martes, 24 de mayo de 2016

Un RCD Mallorca irregular tiene en vilo a su afición

Por Miguel Lázaro (@miguel_lazaro)

El club bermellón cuando tiene el día, gana. Cuando no lo tiene, pierde o empata con un Fernando Vázquez, que sigue apurando los cambios jugando con fuego, sin llegar a quemarse del todo.


[Imagen losOtros18.com]


Solo por hacer la prueba y sin pretender menospreciar el trabajo del técnico Fernando Vázquez, el RCD Mallorca bien podría salir a jugar un día sin su técnico, ya que parece que el esquema de juego es el factor menos decisivo de todos. La precipitación por tirar al área que no a portería, y la falta de seguridad constante en el tiro final, se han convertido en los distintivos del RCD Mallorca en esta temporada. Esta vez contra el Elche, después de una buena primera parte, han venido los sustos y la cuenta atrás. Lago Jr. sigue trabajando.

A falta de 2 jornadas para el final de la liga Adelante y estando demasiado cerca el descenso a 2ªB, ya se pueden hacer conclusiones más o menos acertadas: este año se ha celebrado el Centenari… y poco más. Ha merecido mucho más la pena recrearse en el pasado, que en el presente del club, más bien escaso. No seré yo quien opte por la vía decadente, respecto a un club al que sigo y respeto.

La actitud sigue sin ser el jugador nº 12 y el último partido contra el Elche, ha terminado con la afición pidiendo la hora para salvar los 3 puntos. Si hay algo que ha asimilado el RCD Mallorca es el miedo a equivocarse y a ser conservador hasta el extremo, excediendo con demasiada prudencia en el juego en el área contraria, en la que parece que nadie quiere ser el protagonista, por no cargar con la responsabilidad de fallar. Goles de Lago Jr. en la primera parte y Pol Roigé en la segunda, eso sí avisando siempre con tiempo de que se va a llegar el área.

Fernando Vázquez tarda demasiado en ejecutar los cambios, y los resultados cuando son buenos se pretenden conservar, prendiéndolo con alfileres. Las contras, se disipan en el aire. Siempre son más fáciles los balones largos al área desde la banda, que asumir la responsabilidad del remate final, para el cual no siempre se encuentran dispuestos voluntarios a rematar. Así, con esta actitud, el empate por jugar a no perder, parece siempre una buena posibilidad, aunque los últimos minutos siempre se hagan eternos.

No merece la pena hacer una crítica, ni un reproche. Parece que es suficiente con esperar a que todo termine rápido, y las dos jornadas que restan sean un mero trámite para aguantar la posición. El club, parece ser el primer interesado en optar por esta decisión y quizás, solo quizás, plantearse para la temporada que viene un esquema de juego distinto, que busque algo más que la supervivencia. La ilusión de algo más por el momento, está enfocada en la permanencia. Todo lo demás, solo son palabras.

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